Gracia que aviva mi existencia Dueña de una fuerza calida y radiante,
Que incita mis amplias perversiones
Mis necesidades primordiales,
Mi libido, mi instinto, mi sed de amarte
En un furor interminable.
Beldad divina,
Deliciosas curvas moldeadas,
Consagradas y reservadas,
Bocados inhibidos
Repletos de finura absoluta,
¿Que si por tocarte obtuviese mi muerte?
Feliz la aceptaría por degustarte.
La gloria y
la pasión engalanan tus cabellos,
Hermosos castaños te adornan
Realzan tu belleza.
Tu perfección, todas tus facetas.
Cualquier ser apetecería tu belleza.
Todos quisieran probarte, arrebatarte,
Pero solo mi deseo ferviente
Podrá poseerte y saciarse.
Fruto de mi poderío salvaje
Que acapara tu cuerpo y
Tus recónditos lugares.
Noble Fenixia, oh esplendorosa majestad,
Mi anhelo más grande hecho carne,
Los sueños de mi vida por conquistarte
Se cumplen cada día al rodearte.
Suculento néctar que emerge de tus labios,
Fanatizo palparte y besarte,
Sucumbo por fusionarme
En ti, adentro de ti, inmortalmente
Para así nunca separarme...